¿Estás segura?

Esta el la pregunta que me hizo mi madre cuando ya se dio el "sí" para hacerme el bypass gástrico.
¿Que si estoy segura? No he estado más segura de nada en toda mi vida.

A raíz de aquella primera consulta con el cirujano que va a llevar mi operación empecé a buscar información por internet (qué raro, no?). Y bueno, en google lo típico, encuentras vídeos de cómo se hace una operación de bypass gástrico, artículos escritos por médicos, cirujanos, etc.. sobre para qué y quién sirve esta intervención utilizando términos que no veía desde 6º de EGB como duodeno (que siempre me recuerda a Chiquito de la Calzada. Cuánto mal ha hecho este hombre...), yeyuno, intestino delgado... En fin, que te quedas más o menos como estabas. Hasta que dí con los testimonios de gente que habia pasado o estaba pasando por esta situación.
Me han servido de gran ayuda para saber exactamente por lo que voy a tener que pasar, las dietas que se tienes que seguir, la progresión despues de la operación, los "daños colaterales"... Leer todas estas experiencias de primera mano me han animado a hacer yo lo mismo, porque considero que es una forma estupenda de poder ayudar a los que vayan a enfrentarse a este reto (porque realmente lo es) y ayudarme a mi misma, sirviéndome como paño de lágrimas cuando esté de bajón, vía de escape cuando esté en los momentos duros y una buena forma de recordar en un futuro por lo todo lo que estoy pasando. Espero poder disfrutar "pronto" de mi típica secuencia de fotos que se ponen donde se aprecia claramente la pérdida de peso!!.

No estaría mal que hiciera una pequeña presentación de mi misma:

Me llamo Nuria, tengo 27 años, vivo en Sevilla, soy diabética y me han "diagnosticado" Obesidad Mórbida. Toma ya. Cómo te sientes cuanto te dicen esas dos palabras...

Desde que desarrollé he tenido problemas de sobrepeso. Lo cual es una putada porque justo cuando empiezas a tener interés por los chicos (en mi caso), empiezas a salir "en serio" con las amigas, intercambias ropa con ellas para salir y tener mucha más ropa a tu disposición... Ves que tú no despiertas el mismo interés en los chicos que el resto de tus estupendas amigas, sales y ves que eres en la última en la que se fijan y ya ni hablar de eso de intercambiar ropa... Nadie quiere dejar ropa a una gorda no vaya a ser que se lo revientes y nadie te pide nada porque les queda enorme. Menos mal que los verdaderos amigos no te juzgan por tu aspecto físico, pero en esas edades, ya se sabe que "el pavo" nos gana la batalla...

De todas formas, en esta etapa hablamos solo de aspecto físico, porque aun no sufría en mis carnes los efectos secundarios de tener un IMC (índice de masa corporal) de 38 (se calcula dividiendo tu peso por tu estatura al cuadrado). Me habian sobrado siempre entre 15 y 20 kg, dependiendo de la época en que tomemos como referencia, porque lo divertido de tener esta facilidad para ganar peso es que nunca te mantienes en un peso mas o menos fijo y menos si estás constantemente sometido a dieta.

El endocrino que me lleva la diabetes me tenía frita con el tema de los kilos. Sé que lo hacía por mi bien y porque lo que más daño puede hacer a un diabético (además de atiborrarse de tartas) es tener kilos de más. Pero claro, tu haces las dietas que te manda, haces dietas por tu cuenta, vas a centros de adelgazamiento y ves que todos tus esfuerzos sirven para poco, porque sí, pierdes peso, pero tan rápido te pasas un poco de lo estrictamente establecido en la dieta y ya estás con el efecto yo-yo y cuando vuelves a ir a la consulta estás igual que estabas la última vez o incluso has cogido más kilos.

Cuando una persona tiene esta maldita facilidad para coger peso no sirve de nada, o de muy poco, el ser estrico con la dieta. Porque yo he sido muy muy estrica, no me pasaba ni en un pico y conseguía comer en la misma mesa que el resto de mi familia a pesar de que ellos no estuvieran haciendo dieta y comieran ricos majares (a mi en aquel entonces todo me parecía un manjar, también hay que decirlo, jejeje). No se trata de ser responsable, estrico, tener muy claro lo que tienes y quieres hacer sino de que tu cuerpo hace lo que le da la gana y coge la poca grasa que pueda tener un filete de pollo y lo almacena.

Sólo hubo una época en la que conseguí (tras mucho sacrificio alimenticio y mucha paliza deportiva) bajar 18 kg y quedarme en 68 kg. Esa fue la etapa más feliz de mi vida!!! Además, coincidió con mi boda asi que tuve la suerte de salir monisima de la muerte en las fotos y cada vez que me entra la melancolía me pongo a ver las fotos y me pregunto si algun dia volveré a estar así.

Pero claro, la felicidad duró bien poco, pq ya en el viaje de novios puse algun kilo y mira que caminamos y caminamos por las calles de París como si se fuera a acabar el mundo y mira que me cuidé todo lo posible en la dieta. Pero claro, que si cenas fuera, que si te comes un bocadillo rápido pq te ha dado la hora de comer y es lo que más tienes a mano... En fin, que tres meses después de aquello ya me puse en 77 kg, que se dice rápido...
En los tres meses sucesivos solo conseguí perder 3 kilos, a pesar de seguir con una dieta estrictisisisisima e ir al gimnasio 4 días a la semana (acabé de spinning hasta el moño). Y llegó el punto de inflexión: mi primer embarazo.

El embarazo fue una locura, porque tenía hipoglucemias toooooooodos los días y de las gordas. Perdía la consciencia a diario y mi pobre marido ni dormia, despertandose varias veces en la noche para ver si estaba bien. La repercusión? Que después de 9 meses a base de coca-cola (que es lo que más rapido sube los niveles de azucar en sangre. Curioso...), dulces, azúcar, y poca actividad física pq el simple hecho de dar una caminata más larga de lo habitual ya me hacía tener una hipoglucemia, el resultado fue quedarme en 103 kilos después de dar a luz. En los 10 meses siguientes solo conseguí perder 5 kilos. Cierto es que tampoco hice en aquella época una dieta muy estrica, pero la verdad es que pocas ganas me quedaban de estar a lechuguita y pescado a la plancha después de lo que cansa el tener un bebé.

Y por último, a los 10 meses de tener a Pablo, me quedé embarazada de mi niña, Claudia. A pesar de que con ella tuve el mismo problema en el embarazo en cuanto a las hipoglucemias, en esta ocasión puse "solo" 14 kilos. Pero no los conseguí bajar... Parece que me quedé pa siempre con la placenta, el líquido amniótico, el volumen en sangre y la madre que me parió....

He ido subiendo y bajando hasta hoy, que peso 113 kilos y mido 1,70. Lo dicho, una gorda mórbida.

Como os he dicho anteriormente, la intención de crear este blog es ir contando todos los pasos que voy a dar hasta llegar a la operación, la operación en sí, el posoperatorio y los meses sucesivos para ver la evolución.

Espero que os sirva de ayuda!!

P.D.: Mamá... ¡¡ ESTOY SEGURA !!